Carnívoro festín

TITULO ORIGINAL
28 Weeks Later…
AÑO 2007
DURACIÓN 99 min.
PAÍS
Reino Unido
DIRECTOR
Juan Carlos Fresnadillo
GUIÓN
Juan Carlos Fresnadillo, Rowan Joffe, Jesús Olmo, Enrique López Lavigne
MÚSICA
John Murphy
FOTOGRAFÍA
Enrique Chediak
REPARTO
Rose Byrne, Robert Carlyle, Jeremy Renner, Harold Perrineau, Catherine McCormack, Mackintosh Muggleton, Idris Elba, Imogen Poots, Emily Beecham, William Meredith
PRODUCTORA
Fox Searchlight Pictures
WEB OFICIAL
http://www.28weekslatermovie.co.uk/

 Es una lástima la carnicería cinematográfica que ha hecho Fresnadillo con su película. A medida que pasa el tiempo y que el ánimo se atempera, siento mayor decepción. La primera sensación, mientras veía la película en el cine, era angustiosa. Un ritmo frenético y una concatenación de desdichas y percances tan seguidas que no daba tiempo a reflexionar sobre el valor literario del guión.

Pero una vez fuera de la sala, en frío, después de los bonitos fuegos de artificio, me di cuenta de que la película era un bluff, un farol en toda regla. Fresnadillo esconde un guión lleno de lugares comunes tras un ritmo enloquecido y desperdicia la oportunidad de hacer un film más inteligente, para construir un juego de acciones trepidantes de dudosa credibilidad (la secuencia en la que los protagonistas se refugian en el coche es tan poco creíble como que Bambi hable).

La secuencia que abre el film posee una fuerza visual y un contenido moral que podía haber sido usado con mejores resultados, por aquello de la culpa que Don (Robert Carlyle) puede arrastrar consigo, una especie de corazón delator que lo atormente durante la película. Sin embargo la historia se pierde en las acciones y la trama familiar queda diluida en una absurda persecución que parece tener un elemento de venganza personal. ¿Desde cuándo un zombie es inteligente? Yo pensaba que eran unos descerebrados, pero claro, yo soy de pueblo e igual no tengo ni idea de la inteligencia voraz de los zombies. Lo sé, soy ambiguo, pero no quiero fastidiarles la película.

En 28 días después, la película de Danny Boyle, tenía un guión escrito por una única persona, Alex Garland, y contenía unas connotaciones morales mucho más ricas que la que presenta Fresnadillo y tres tipos más. Siempre pensé que el exceso de voces y de manos en un guión terminaba por fastidiarlo. Es como si en una operación de apendicitis se pusieran tres médicos a toquetear al paciente.

La primera película, la de Boyle, dejaba respirar al espectador, de vez en cuando, para que reflexionara sobre la ira humana, gracias a la excelente transformación de Jim (Cillian Murphy) en el episodio final de los soldados. Y planteaba la supervivencia con más acierto que la película de Fresnadillo, que persigue atosigar al espectador con un buen número de persecuciones y un grupo de supervivientes que, como en toda película americana que se precie, va reduciéndose en función del nivel de inteligencia de los que conforman el grupo.

Esto no quita que la película sea entretenida. No se hace larga en absoluto y tiene un ritmo desquiciante. Lo que, hoy en día, ya es mucho. Pero, para mi gusto, le falta chicha y deja un final tan tonto como abierto. Olvidaron poner: To be continued… Porque continuará.

Gracioso apunte es el tema de los guiños hispanos. La zona segura está en Dog Island, es decir, la isla de los perros. Canarias también es, en su etimología, la isla de los perros y Fresnadillo es canario. Y el niño protagonista lleva una camiseta del Real Madrid. Se dio cuenta mi sobrino, yo ni me cosqué, perdonen mi falta de interés por el deporte nacional ¿Será Fresnadillo del Madrid o el Madrid habrá apoquinado para salir en este festín carnívoro?